divendres, 22 d’octubre del 2010

Juliana de Norwich


“Revelaciones de Amor Divino” es considerado por algunos como sin igual en la literatura espiritual de Inglaterra. Es simple atractivo y profundo. Juliana fue guiada genuinamente de modo natural y simple.
Aún más, sus escritos exploran y dan respuesta a profundos misterios de la fe cristiana, tales como: ¿Cómo puede el hombre tener libre albedrío y a la vez ser predestinado? ¿Cómo se puede culpar al hombre por su caída si Dios, quien es más grande, sabía lejos en el tiempo que él pecaría? ¿Cúal es la respuesta de Dios al sufrimiento de los inocentes?
Le preocupaba mucho el destino de aquellos que no habiendo conocido a Cristo, morían sin redención. Una de sus afirmaciones típicas que era parte de las respuestas en sus visiones fue la célebre frase: “de que todo estará bien, y todo estará bien, y toda clase de cosa irá bien”, por la cuál se la identifica como una mística optimista.
Ella afirmaba que aún lo que no comprendemos es fruto del amor de Dios y en esa certeza fundaba sus esperanzas.
Vivió el resto de su vida como ermitaña en una pequeña choza, cerca de la iglesia de Norwich. Oraba y contemplaba las visiones que le habían sido reveladas. Fue visitada por muchas personas, a las cuales ayudaban con sus consejos y don de discernimiento espiritual.